La fotografía como afición y otras artes visuales

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La última del lote "lomográfico"; Lomography Color 800 con Hasselblad 500CM

Ya comenté en mis artículos sobre la Berlin y la Potsdam de Lomography que recibí estas películas en un lote de regalo durante el mes de septiembre. De momento, probé las dos películas en blanco y negro, con resultados satisfactorios en cuanto a calidad de este material sensible, pero con escepticismo sobre un uso futuro, por los elevados precios de las mismas. Bien es cierto que aun me quedan unos cuantos carretes de ambas. Pero con estas películas en blanco y negro venía también un pack de tres rollos de formato 120 de la película Lomography Color 800, que tampoco había probado nunca.

El último fin de semana de octubre, un sábado por la tarde, con la luz ya atenuándose, salí a pasear por el casco histórico de Zaragoza con la Hasselblad 500CM calzada con el Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF T* y un rollo de Lomography Color 800. Las umbrías calles de la parte más antigua de la ciudad en las últimas horas de la tarde me parecían una buena ocasión para probar una película de alta sensibilidad. Y por otro lado, las temperaturas eran muy benignas todavía en esos días, por lo que era agradable el caminar con la cámara por esas calles.

El rollo de ISO 800 lo mandé a continuación a revelar a Carmencita Film Lab, junto con otros carretes de película expuestos durante el mes de octubre de los que hablaré en otro momento. Pero los resultados se han esperar, no por culpa de los "carmencitos", sino porque durante estas semanas atrás los servicios de correos de este país han funcionado con mucha lentitud por culpa de la sobrecarga debida al estúpido proceso electoral al que la irresponsabilidad de los partidos políticos nos sometió hace unos días.

Volvemos a lo de siempre. Desde hace años, muchos años, asocio la marca Lomography a productos excesivamente caros para una calidad excesivamente baja. Sucede con la práctica totalidad de sus cámaras fotográficas. El modelo de negocio es claro. Fabrico barato, pero vendo caro porque es "cool", es "guay", lo hacen los "hipsters", es un modelo de "libertad"... y mucha gente, especialmente jóvenes sin conocimiento previo con la fotografía tradicional con película creen que lo suyo es la imagen poco nítida, con colores exagerados, con viñeteados enormes, con marcas de pelos y polvo, es lo que era. Y no. Lomo era una marca de cámaras soviéticas conocida por ser copia de marcas occidentales o japonesas, pero con escasos controles de calidad que provocaban una imagen de escasa calidad y con defectos y aberraciones excesivas. Evidentemente, eso se puede usar legítimamente como una herramienta expresiva. Pero no justifica los precios ni la expectación.

Sin embargo, reconozco que las dos película en blanco y negro mencionadas a principio del artículo no están mal, aunque son excesivamente caras para lo que ofrecen. Se puede hacer fotografía en blanco y negro de buena calidad con mucho menos dinero. La Lomography Color 800 no sé quien se las fabrica. Hay dos fabricantes, que yo sepa, comercializando película de ISO 800. Lomography no fabrica; vende productos fabricados por otros bajo su marca. Esos dos fabricantes son Kodak, con su Portra 800, y Fujifilm, con su Superia X-Tra 800, aunque también se puede encontrar con otras denominaciones, como Superia Venus 800, o simplemente como Fujicolor 800 en sus cámaras de un solo uso. Pero no parece ser ninguna de esas denominaciones. La Cinestill 800T es originalmente película de cien fabricada por Kodak. Definitivamente no tengo ni idea de quien fabrica esta película.

Pero la cuestión es que está bien. Los colores están bien, el granulado con el que han venido, teniendo en cuenta que son negativos de 56 x 56 mm, también es muy discreto, las fotos han resultado nítidas... la verdad es que apetece usarla en más ocasiones. Las muestras que pongo aquí pueden tener algún problema de nitidez, pero son problemas de enfoque debidos a que mi vista ya no es la que era y la luz era relativamente escasa, lo cual empeora el problema. Es más difícil enfocar el formato medio que otros formatos más pequeños. Pero ¿a qué coste?. Unos 20 euros el "pack" de tres rollos de formato 120. En este caso es más barato que otras opciones. Creo que Fujifilm no ofrece su película de ISO 800 en formato medio, y como no siempre es fácil encontrar el de 35 mm, suele ser caro. Y las Portra 800 es posible encontrarlas a poco más de 10 euros el rollo, pero es más frecuente que sean rondando los 15 euros. Las Cinestill 800T también superan los 11 euros por rollo. Por lo tanto, la principal contrincante de esta Lomography Color 800 sería la Kodak Portra 400 forzada un paso... Mmmm... esta película de Lomography sí que es una opción a tener en cuenta en función de su calidad y su precio. A pesar de que sea Lomography. Anotado queda.

Un problema que tengo con determinadas marcas es que el último fotograma de los 12 que produce la Hasselblad en un rollo de formato 120 me aparece cortado.

Tras la versión de ISO 400, Lomography Potsdam Kino 100 con Fujifilm GS645S Wide60

Ya comenté hace unos días que como consecuencia de las actividades durante mi escapada a Berlín y  Braunschweig, recibí un paquete de regalo con película fotográfica procedente de la Lomography Shop. Hace unos días comentaba mi parecer sobre la película Lomography Berlin Kino 400 en carretes de 35 mm, y hoy voy con uno de los cinco rollos de formato 120 de Lomography Potsdam Kino 100.

Este domingo pasado, aunque habían anunciado un empeoramiento del tiempo atmosférico, que no llegó hasta dos días más tarde, como hacía una mañana excelente de nubes y claros que daban una luz matizada y agradable, cargué con un rollo de Potsdam Kino 100 la Fujifilm GS645S, que acompañé de un par de filtros, el amarillo Heliopan #8 y el rojo Heliopan #25, y decidí pasear haciendo fotografías en distintas situaciones de luz y con distintos motivos.

El revelado lo he hecho según las recomendaciones incluidas en Kodak HC-110, dilución E (1 + 47), durante 6' a 20 ºC, con la tradicional agitación continua durante los primeros 30 segundos, y luego 4 inversiones tranquilas cada minuto. La digitalización de los negativos, en esta ocasión, la he realizado con el Epson Perfection V600 Photo, lo cual me sirvió para probar el nuevo software que ha proporcionado Epson con motivo del paso a los 64 bits en la nueva versión del sistema operativo OS X, a la que todavía no he actualizado dado que hay una serie de programas que no funcionan bien, y quiero asegurar un mínimo de quebraderos de cabeza antes de actualizar. El máximo razonable que puedo obtener de resolución espacial con este escáner a partir de un negativo de 6 x 4,5 (56 x 42 mm en realidad) es de unos 20 megapíxeles. Pero la verdad es que el software a mejorado mucho en rapidez y precisión, y puedo obtener archivos usables desde el primer momento, sin necesidad de procesado posterior en otro software.

Al igual que sucedió con su "hermana" de ISO 400, mis impresiones sobre la película son buenas. Puedo repetir tal cual lo que escribí para la Berlin Kino 400. La película presenta un bajo contraste, dicen que proporciona el aspecto de las película del Neuer Deutscher Film (Nuevo cine alemán) de los años 70, con una suave gradación de grises. El grano pasa en la práctica desapercibido con los negativos de formato medio, obviamente es considerablemente más discreto que la versión de ISO 400. La película es nítida. Y en este caso tengo la sensación que la sensibilidad ISO 100 declarada oficialmente es un realista. 

En cualquier caso, con el suave contraste y amplia gama de grises que proporciona la película, en ningún momento he tenido sombras empastadas ni luces bloqueadas. Dicen que la película procede de excedentes de Orwo, que fue el principal fabricante alemán de película fotográfica durante la época de la República Democrática Alemana, antes de la reunificación alemana. Dicen. También se ha anunciado recientemente que no va a ser un lote único, sino que se va a fabricar nueva película bajo esta denominación, con mejoras en la captación del detalle en sombras y luces.

La pregunta, al igual que la que me hacía hace unos días, sería... ¿estaría yo dispuesto a seguir usando esta película en un futuro? Pues sí... si tuviera un precio razonable. He mirado en la tienda Lomography, la película se vende de cinco en cinco carretes, y el precio es tal que el coste individual de cada carrete está en casi nueve euros. Más los gastos de transporte. Claramente excesivo, dado que no aporta realmente nada especial sobre otras soluciones más modernas, más capaces, con características similares y más baratas. Y que puedo encontrar con cierta facilidad en mi ciudad, sin tener que pagar gastos de transporte, como la Ilford FP4 Plus 125, que es más contrastada, pero que admite sin ningún problemas forzados de uno o dos pasos sin gran sufrimiento de los tonos oscuros. Y que sobreexponiendo un poco y revelando un poco más corto, nos permite controlar fácilmente el contraste excesivo. Y es que es lo que tiene Lomography. Que suelen vender tajo bajo a precio de "lomo" ibérico... Y aunque hacen mucho por mantener la afición a la película tradicional, la verdad es que le echan un poco de morro a la vida.

Lomography Berlin Kino 400 de regalo con la Pentax MX

Durante mi escapada a Berlín y otras ciudades alemanas del pasado mes de agosto, me desplacé con dos amigas a Braunschweig donde, además de encontrar tiempo para visitar la ciudad durante una tarde muy agradable, estuvimos ayudando con unas cuestiones a una joven pareja que se ha trasladado a la ciudad alemana para trabajar e intentar salir adelante con más dignidad hacia su cualificación académica y profesional que en su país. Él, el sobrino de una de mis amigas. Ella, su pareja. Y una chica que se fija mucho en todo lo que le rodea, muy inquisitiva, en el buen sentido de la palabra. Y que estuvo interrogándome bastante sobre mi Pentax MX y sobre los porqués de utilizar en esta época película tradicional y procesos fotoquímicos.

Agradecidos por la ayuda prestada, poco antes de salir de viaje a Japón me llegó un paquete de regalo con película fotográfica procedente de la Lomography Shop. La gracia del asunto es que las películas hacían referencia a nuestra reciente estancia en Alemania. El paquete venía con cinco carretes de 35 mm de Lomography Berlin Kino 400, cinco rollos de formato 120 de Lomography Potsdam Kino 100, y un paquete con tres rollos de formato 120 de Lomography Color Negative 800. Aunque estuve tentado de llevarme la Berlin Kino 400 a Japón, lo cierto es que sin haberla probado, decidí dejarlo pasar y usar Ilford HP5 Plus 400 con la Minos GT-E... que se me olvidó incluir en el equipaje. Y entre unas cosas y otras, no tuve tiempo de probar ninguna de las películas.

Nada más volver de Japón, y con el tiempo muy agradable en Zaragoza, además estábamos en plenas fiestas patronales, puse un carrete de Berlin Kino 400 en la Pentax MX, calzada con el SMC-M 50/1,7 con un filtro amarillo Heliopan #8, y decidí pasear haciendo fotografías en distintas situaciones de luz.

El revelado lo he hecho según las recomendaciones incluidas en Kodak HC-110, dilución B (1 + 31), durante 7' a 20 ºC, con la tradicional agitación continua durante los primeros 30 segundos, y luego 4 inversiones tranquilas cada minuto. La digitalización de los negativos, como vengo haciendo desde hace un tiempo, con la Panasonic Lumix G9 calzada con el Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH en modo alta resolución. Una vez recortados los excedentes del encuadre sobre el fotograma, tengo archivos digitales de 50 megapíxeles.

Mis impresiones sobre la película son buenas. Me gusta el resultado obtenido. La película presenta un bajo contraste, dicen que proporciona el aspecto de las película del Neuer Deutscher Film (Nuevo cine alemán) de los años 70, con una suave gradación de grises. El grano está presente, más que con otras películas de la misma sensibilidad, pero menos de lo que esperaba. Tiene un aspecto agradable y no afecta de forma notable a la nitidez de la imagen que es buena. Tengo la sensación que la sensibilidad ISO 400 declarada oficialmente es un poco optimista, y que es probable que se encuentre más en ISO 250-320. Pero es una sensación, no tengo medios para comprobarlo; se basa en mi experiencia previa con la cámara y el revelador usado. En cualquier caso, con el suave contraste y amplia gama de grises que proporciona la película, en ningún momento he tenido sombras empastadas, salvo un fotograma claramente subexpuesto por las prisas para captar el momento.

Dicen que la película procede de excedentes de Orwo, que fue el principal fabricante alemán de película fotográfica durante la época de la República Democrática Alemana, antes de la reunificación alemana. Dicen. También se ha anunciado recientemente que no va a ser un lote único, sino que se va a fabricar nueva película bajo esta denominación, con mejoras en la captación del detalle en sombras y luces.

La pregunta sería... ¿estaría yo dispuesto a seguir usando esta película en un futuro? Pues sí... si tuviera un precio razonable. He mirado en la tienda Lomography, la película se vende de cinco en cinco carretes, y el precio es tal que el coste individual de cada carrete está en casi nueve euros. Más los gastos de transporte. Claramente excesivo, dado que no aporta realmente nada especial sobre otras soluciones más modernas, más capaces, con características similares y más baratas. Y que puedo encontrar con cierta facilidad en mi ciudad, sin tener que pagar gastos de transporte, como la Ilford HP5 Plus 400. Y es que es lo que tiene Lomography. Que suelen vender tajo bajo a precio de "lomo" ibérico... Y aunque hacen mucho por mantener la afición a la película tradicional, la verdad es que le echan un poco de morro a la vida.

Una cámara "de juguete" en Albarracín y los Montes Universales - Lomography ActionSampler con Rollei Superpan 200

Comentaba recientemente nuestro paseo por Albarracín en el que, además de una cámara digital, saqué a pasear la Canon EOS 650 con un carrete de Fujicolor Superia Xtra 400. Pero llevaba algo más en el bolsillo. Decidí rescatar de la estantería unos días antes de esta excursión, la plasticosa Lomography ActionSampler, una de esas cámaras "de juguete", para un uso informal, pero que pueden tener su gracia y su expresividad.

Recordemos las características de esta cámara.

Con una colorida decoración, es una cámara de plástico, absolutamente elemental. Apertura fija, velocidad de obturación única, y cuatro lentes que dividen en el tradicional negativo de 36 x 24 mm en cuatro cuadros con una superficie similar a la de los modernos sensores micro cuatro tercios, que se van exponiendo por turno, ya que el obturador no se abre simultáneamente para los cuatro. Como consecuencia, si sumas el error de paralaje de cada una de las cuatro lentes a la posibilidad de que algún elemento de la imagen esté en movimiento, los cuatro cuadros no son exactamente iguales. La denominación de la cámara, ActionSampler, resalta su intención de que sea usada en situaciones dinámica, con sujetos en movimiento, para mayor efecto.

Lo cierto es que en esta ocasión la he usado en situaciones más bien estáticas, donde me interesaba más la repetitividad del motivo, ligeramente distinto, o con una afectación distinta de las aberraciones propias de los meniscos de plástico que constituyen las lentes de esta cámara. La película usada ha sido un carrete de Rollei Superpan 200, que compré hace tiempo por la posibilidad de usarlo como película infrarroja, pero que tenía abandonado al decidir que iba a limitar la fotografía infrarroja al formato medio.

Tradicionalmente, no he sido muy aficionado del material sensible ISO 200. Cuando hay demasiada luz, me parece excesiva, especialmente si quieres usar diafragmas muy abiertos. Cuando empieza a escasear, se me queda corta. Sin embargo, es un índice de exposición muy frecuente en estos días. Hay muchos sensores digitales cuya sensibilidad base, por lo tanto la que ofrece mejor calidad, es ISO 200. Las películas en color económicas, aunque no necesariamente malas, también están en esa sensibilidad. Y recientemente he ido comprobando, con determinadas películas en blanco y negro de ISO 100-125, que un forzado de un paso no les sienta mal. Pero como habitualmente esas películas las uso con un filtro amarillo o naranja... a efectos prácticos es como usar un índice de exposición de 50 a 125, según el filtro.

Pero en esta ocasión, con experiencias previas con la Superpan 200, sin poder modificar el diafragma o la velocidad de obturación, sabía que una cierta sobreexposición y algo de subexposición no me iba a impedir obtener fotografías razonables.

El revelado lo he realizado con Kodak HC-110, dilución B (1+31), durante 6 minutos a 20 ºC. Es la recomendación que nos dan en The Massive Dev Chart, para un índice de exposición de 200. Se han digitalizado los negativos con la Panasonic Lumix G9 y el objetivo Panasonic Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH. No he ajustado mucho el cuadro al sensor. La calidad de imagen que ofrecen las lentes de plástico de la cámara es muy limitada, por lo que al final no merece la pena tener archivos de mucho más allá de 6 o 7 megapíxeles, para ampliaciones de tamaño DIN A-4 o DIN A-3 con un amplio margen blanco. Ya se observará en la limitada calidad que da una visualización web, que la nitidez no es la principal virtud de las fotografías que ofrecen estas cámaras "de juguete".

Lo que sí podemos decir que los negativos tienen una variedad de aspectos, desde los muy tenues, claramente subexpuestos, hasta los más densos, claramente sobreexpuestos. Pero en ninguno me he encontrado sombras bloqueadas o luces empastadas.

¿Los resultados? Pues lo que ya suponía, y he venido ya indicando más arriba. Cuanta mayor variación exista entre los cuatro cuadros de la fotografía, más sentido expresivo tiene esta. En esta ocasión, los resultados no son para tirar cohetes. Imágenes muy estáticas, y muchas de ellas con el objeto principal situado a una distancia apreciablemente larga. Eso minimiza la variabilidad entre los cuatro cuadros; por lo tanto, las fotografías pueden resultar algo monótonos. Fotografiando sobre objetos cercanos, como retratos, el error de paralelismo ofrece variaciones que pueden ser interesantes. Y si el sujeto se está moviendo, el retardo del obturador entre los cuatro cuadros, también.

Sólo algunas fotografías realizadas a contraluz o en motivos próximos, generan efectos propios de la variabilidad entre la cuatro lentes que pueden generar un cierta expresión diferenciadora.

Pero bueno. Es cuestión de seguir usando de vez en cuando la cámara en un futuro hasta ir encontrando los sujetos en los que tiene más razón de ser el uso de una cámara "de juguete" como esta que, eso sí, llamó la atención de varios de los pocos turistas con los que nos cruzamos y que nos permitió entablar alguna conversación e incluso comer acompañados de desconocidos, que enriquecieron el diálogo durante la comida. Bien está.

ActionSampler Clear - Cámara de juguete con posibilidades

Creo que ya lo he comentado alguna vez. Para un aficionado razonablemente serio a la fotografía, incluida la fotografía con película basada en los haluros de plata y otros procesos fotoquímicos, Lomography es objeto de una relación de amor y odio al mismo tiempo. Me explico.

Por un lado, hay que reconocerles que han jugado un importante más importante del que nos gustaría reconocer en mantener vivo un mercado que permita mantener la afición a la película fotográfica tradicional. También hay profesionales que siguen fieles a ella. Pero no entre los que consumen cantidades importantes como para justificar el interés de los fabricantes por suministrar equipo y consumibles. Los que trabajan a destajo, se ha pasado al digital, porque a la larga, e incluso a la corta, es más eficiente. Quedan aquellos que tratan la fotografía como una de las bellas artes, que siguen fieles a ella, y algún excéntrico que ofrece a sus clientes el aspecto final de la película tradicional en el reportaje social. O sea la BBC, bodas,  bautizos y comuniones, especialmente si el cliente tiene posibles. Así que la cosa de la película tradicional es cosa de aficionados y artistas. Y Lomography ha hecho mucho por los aficionados. Dudo que haya hecho mucho por el arte... aunque a veces vendan esa idea.

Por otro lado, se han "especializado" en vender cámaras malas a precios caros. Han creado una inflación en el coste de los equipos, que quizá sea un poco artificiosa. Ellos venden sus cámaras a un precio excesivo para la calidad que tienen. Pero también han provocado que haya más demanda de segunda mano para cámaras decentes, las millones que hay por ahí, abandonadas por sus dueños que se contentan hoy en día con las fotos del teléfono móvil. También promocionan acabados cutres y chapuceros, como si fueran "artísticos". Polvo, rayas, pelos, goterones del revelado, filtraciones de luz,... cosas que ha quince años eran una demostración de zafiedad, hoy en día son... "cool".

Como decía,... amor y odio simultáneamente.

Bien. En su catálogo de cámaras o chismes, hay cosas que pueden resultar razonables. Y divertidas. Es innegable. Y este es el caso de esta ActionSamplear Clear que os presento hoy. Por menos de 30 euros, puede proporcionar diversión, alegría y quien sabe si alguna foto interesante. Por qué no.

Como veis en la foto de presentación, su característica principal es que tiene cuatro objetivos que producen cuatro imágenes similares, pero no idénticas sobre un fotograma estándar de 36 x 24 mm. Similares, porque todas apuntan al mismo sitio, y trasladarán a la imagen los mismos objetos. No idénticas, por dos razones. La primera es que entre las cuatro habrá un cierto error de paralaje, su punto de vista es ligeramente distinto. Lo cual se manifestará especialmente en los objetos cercanos. En la distancia, ese error se minimiza. La segunda es que el obturador va abriendo brevemente la apertura de cada una de ellas secuencialmente en este orden: amarilla, azul, roja y, por último, verde.

Es pequeñita. Podéis haceros idea del tamaño con el carrete de Bergger Pancro 400 con la que la he probado. Prácticamente, bolsillera. Y podéis ver que en el interior hay cuatro tabiques que dividen el área de proyección de cada lente, evitando que se mezclen las imágenes. Ya aviso que hay bastante gente que se carga estos tabiques, porque el efecto es mejor sin ellos. A la vista de mis pruebas, y de lo que he visto a otros compañeros de afición, tienen razón.

Lo que hay que manejar de la cámara es elemental. Un visor de visión directa, azul clarito, que se repliega sobre la parte superior de la cámara. Un botón disparador, el amarillo, que al menos en mi ejemplar va bastante duro, provocando un retardo en el disparo. Esto es importante, porque la gracia de la cámara es usarla en situaciones de acción, para que el movimiento del sujeto se refleje en las cuatro imágenes del fotograma. Pero si no es reactivo,... es difícil controlar la cosa. Una rueda de avance de la película, rosa, y una palanca de rebobinado, verde. Para qué más. Un cordón permite sujetarla a la muñeca. 

Pero,... cuáles son los resultados...

Como ya he comentado, he utilizado un carrete de Bergger Pancro 400 para probarla. El revelado lo he hecho con TMax Developer, a una dilución 1+9, nueve minutos a 20 ºC. Pero... Pero. Lo cierto es que desde hace un mes es la primera vez que uso este revelador, que es reutilizable un determinado número de ocasiones. Se supone que un litro de preparado, 1+4, admite entre 15 y 20 carretes una vez preparado, según el tipo de película. Y que conviene desecharlo al mes de haberlo preparado, guardándolo mientras protegido de la luz. El caso es que hace unos días lo usé con una Lomography 100 Earl Grey, que lo dejó coloreado de verde. Lo tendría que haber desechado en ese momento, pero lo he usado de todas formas. Y el negativo ha quedado con muchas impurezas. He sido un idiota vamos. Revelar a revelado... pero una chapuza.

Observad el lateral derecho de esta última foto y veréis los restos de impurezas. Además, como ya había observado hace unas semanas, la Pancro 400 tiene una estabilidad dimensional. Se retuerce como una culebra. Por lo que es complicado manipularla una vez revelada, lavada y seca. No digamos mantenerla plana en el escáner. El caso es que es más fácil que se adhieran pelillos y partículas de polvo. La gloria de un "lomógrafo", vamos. Una pena, porque es una película que había probado y usado previamente en formato medio, donde no había apreciado este problema. Tienen distinta base. La película de medio formato usa como base el PET (Tereftalato de polietileno), mientras que la de 35 mm usa el acetato (de celulosa). Bergger jura y perjura que ambas llevan una capa para mantener la estabilidad dimensional, pero en la de 35 mm obviamente no funciona. Si buscáis por ahí, no soy el único que se queja.

Como veis, la he usado en diversas situaciones. He de decir que aquellas en las que se marcan más las diferencias entre los cuatro fotogramas, que implican a personas, no se ven aquí. O son niños, cuyas imágenes no publico, o adultos que prefieren no salir, o que no sé si les apetece, en un blog como este. Estas son las que más gracia e interés tienen ya os lo advierto.

Las cuatro lentes que lleva tienen una focal de 26 mm. Dado que cada una de las imágenes es una cuarta parte del fotograma, para encontrar la focal equivalente en el caso de que la imagen ocupara el formato completo, basta multiplicar por 2. Equivalen a cuatro objetivos de 52 mm, focales estándar. Hay que decir que el área de cada una de las cuatro imágenes es similar a la de un sensor micro cuatro tercios, aunque las proporciones no son las mismas. La apertura es fija a f/8, y la velocidad de obturación que se anuncia es de 1/100 segundo. Según esto, con una película de ISO 100 o 125 bastaría para fotografiar en situaciones que van desde el día soleado y despejado hasta un nublado no muy denso.

El caso es que yo he utilizado un negativo en blanco y negro con una sensibilidad nominal de ISO 400, y me han quedado unos negativos muy poco densos. Al verlos, me quedé con la impresión de que la subexposición iba a ser palmaria. Pero lo cierto es que al digitalizarlas no me he encontrado con sombras empastadas. En todos los negativos era posible apreciar detalle incluso en las sombras más densas. Desde luego, a mí esta película no me deja mal nunca. También pensé que la mala calidad de la solución reveladora podría haber influido. La dilución y tiempo empleados no aparecen en la hoja de especificaciones de la película, las he obtenido del Massive Developer Chart en Digitaltruth.

Lo que sí puedo decir es que la nitidez es bastante floja. Si además mueves la cámara para variar los encuadres durante la toma, todavía se pierde más nitidez. Pero no creo que nadie use esta película por su nitidez. En fin. Un divertimento. Ahora me queda eliminar los tabiques para mejorar el aspecto de las copias finales, y probarla con un carrete en color. Probablemente un Fujicolor Superia Xtra 400, que suele comportarse muy bien en todo tipo de circunstancias. Ya os contaré.