Recomendaciones semanales - del 21 de febrero al 1 de marzo de 2015
Esta semana ha estado muy nutrida de informaciones y de recomendaciones fotográficas. De tal modo, que he tenido que "recortar" y "desechar" algunas que normalmente me hubieran parecido interesantes de comentar simplemente por no hacer esta entrada excesivamente larga y prolija. Así que me centraré en algunos hechos notables, en algunas recopilaciones de fotógrafos interesantes, en unos cuantos hallazgos que me han interesado y en una crítica al mundo del comercio de la fotografía como arte. Las fotografías acompañantes proceden de mis lentos pero progresivos ejercicios para aprender el mundo de la naturaleza muerta y la iluminación de la misma. Esta semana adquirí un pequeño kit para iluminar en casa con los flashes tradicionales. Un trípode, un portaflash, una sombrilla translúcida y un conjunto de reflectores. Algo sencillo para empezar. Las fotografías están tratadas con el software Perfect Effects 9 Premium, que está temporalmente disponible gratis en el enlace anterior. A cada una de ellas le he aplicado un preajuste diferente, en color e incluso una en blanco y negro, simulando distintas situaciones y tipos de película tradicional en algún caso.
En primer lugar, un recuerdo para el actor y director Leonard Nimoy (1931 - 2015), recientemente fallecido a la edad de 83 años. Aunque mundialmente conocido por su personaje Spock en la serie Star Trek, Nimoy también fue un fotógrafo a tiempo parcial, que publicó diversos libros sobre fotografía, algunos de ellos bastante interesantes. Creo que el artículo que le dedicó Petapixel es un buen lugar para interesarse por su obra.
En los últimos tiempos están de moda las maletas con negativos o fotografías de fotógrafos conocidos o desconocidos que son encontradas y dadas a conocer a la comunidad de aficionados y amantes de la fotografía. L'Oeil de la Photographie nos trae esta semana las fotografías perdidas de la alemana Lore Krüger (traducción del alemán al español en Google Translate), que fueron encontradas en 2012, tres años tras la muerte de la fotógrafa. Las fotografías fueron tomadas entre los 1934 y 1944, una época difícil ya que la fotógrafo era judía y hubo de escapar de sus compatriotas alemanes antisemitas.
Moviéndonos de nuevo a aquella época convulsa, turbulenta, dinámica, que fue el período de entreguerras, siempre me ha gustado mucho el movimiento del surrealismo en fotografía, incluso si no siempre he compartido algunas de sus premisas ideológicas. Estéticamente me parece fascinante; su admiración por el psicoanálisis freudiano, no tanto. No conocía yo dentro de este movimiento a la fotógrafa neoyorquina Florence Henri, que nos fue presentada en las paginas de fotografía de The New Yorker. Una fotógrafa de la que también me gustaría conocer más.
Harry Callahan es uno de mis favoritos. Y ya he hablado de él antes, si no aquí en el Cuaderno de ruta. Hoy lo recuerdo a propósito del porfolio con algunas de sus fotografías que nos presentan en American Suburb X (ASX). Por favor, no confundir con el personaje cinematográfico también conocido como Harry el Sucio... nada que ver.
Francesca Woodman es otra de esas fotógrafas que parece que el reconocimiento de su trabajo se haya visto favorecido por su temprana muerte a los 22 años tras suicidarse. Siendo conocida sobretodo por sus autorretratos, muchos de ellos desnuda, con bastante influencia del surrealismo, en L'Oeil de la Photographie nos recuerdan que también fotografío a otras mujeres, modelos que mostraban su inquietante visión a la hora de acercarse a lo que podríamos denominar fotografía de moda. Esta parte de su obra es menos conocida. Pero a lo mejor tan interesante o más que la otra.
Todo el fenómeno comercial en torno a la lomografía me joroba un poco. Tiene una vertiente positiva y otra negativa. La positiva es que está colaborando en gran medida a mantener viva la fotografía con película tradicional, con la que se pueden realizar obras distintivas e interesantes, como se ha demostrado durante décadas, pero que parece ahora se ha olvidado. Pero por otro lado, los empresarios estos me parecen que tienen un morro tremendo ya que venden cámaras de ínfima calidad a precios claramente excesivos. No es que no tenga en su catálogo algún chisme interesante... es que tiene muchos que no lo son. Pero bueno, así son las modas. En cualquier caso, siglo el blog que la Lomographic Society mantiene en Tumblr. La mayor parte de los artículos no me parecen nada del otro mundo; colorines chillones y composiciones a la guingorria. Pero de vez en cuando te dan alguna agradable sorpresa. Por ejemplo esta semana semana me han interesado dos artículos. El primero (más amplio aquí y aquí y aquí) sobre los interesantes y muy cinematográficos retratos y desnudos en blanco y negro de Brittany Markert. El segundo (más amplio aquí) tiene un estilo de reportaje muy interesante, y refleja la visión del fotógrafo Armin Amirian de la convulsa sociedad de su país.
Se ha llenado internet en las últimas semanas de las fotografías de Nueva York cubierto de nieve y con sus calles solitarias por el frío que hace que sus habitantes se refugien en sus casas. Yo escojo para representar esta tendencia la fotografía que nos trae Mark Peter Drolet, perteneciente a la serie Let it Snow de Christophe Jacrot. Especializado en paisaje urbano, este fotógrafo no duda en sacar sus cámaras cuando la meteorología es más adversa, con excelentes resultados.
Y ahora una serie de listas de fotógrafos interesantes:
La principal, que ha aparecido como noticia en varios sitios, es la publicación por Photo District News de su lista anual de 30 fotógrafos nuevos y emergentes a seguir durante el año 2015. Si tengo tiempo, me gustaría revisarlos y comentar en estas páginas los que más me han interesado.
En Quésabesde han elaborado una lista de 10 maestros del blanco y negro. Se basan en que son fotógrafos contemporáneos que trabajan fundamentalmente con ese tipo de fotografía (salvo uno que ha fallecido ya). No sé si es la lista que haría yo, pero eso da igual. Lo que importa es que podemos explorar la obra de todos estos buenos fotógrafos, de todo el mundo, y decidir cuales nos gustan más. Porque gustarnos en mayor o menor medida, nos gustarán todos.
Es muy difícil seguir los fotógrafos interesantes de todo el mundo. Y el lugar donde ha nacido el fotógrafo o donde ha emigrado y es conocido es muy importante para su reconocimiento. Pues bien, podemos paliar el desconocimiento de algunos buenos fotógrafos si repasamos la lista como la que ha publicado Time con nueve fotógrafos argentinos que conviene seguir. Alguno había aparecido en estas páginas. Otros están por descubrir.
El autorretrato, los selfis, están de moda. Pero en realidad, pocos son los fotógrafos que no han sentido la tentación de convertirse en objeto de su propia obra en algún momento. Estos sin entrar en muchos fotógrafos contemporáneos, y especialmente fotógrafas contemporáneas, que basan su obra en el autorretrato. Antes hemos mencionado a Francesca Woodman. En Quesabesde nos traen 10 interesantes autorretratos de maestros de la fotografía. Poco que ver con los selfis habituales.
Y para finalizar, cierta polémica sobre el mercado de la fotografía artística. Hace unos meses se comentó mucho el nuevo récord de precio pagado por una obra fotográfica en una venta privada, que correspondió a los 6,5 millones de dólares que se pagó por la fotografía Phantom de Peter Lik. A muchos extrañó puesto que aunque fuese una fotografía correcta técnicamente, no dejaba de ser una fotografía de un lugar muy visitado y muy fotografiado, sin que pareciese aportar mucho. El propio fotógrafo se hacía autobombo del asunto. Varios medios se hacen eco ahora de un artículo de The New York Times que expone a la luz pública el modelo de negocio de Lik, e incluso se plantea si la mencionada venta no sería una maniobra amañada para aumentar el valor de su obra en general. En cualquier caso, el fotógrafo australiano afincado en EE.UU. está haciendo mucho dinero en la industria que se ha montado él mismo, con una cuidado marketing, para vender su obra. Incluso si el reconocimiento de la misma entre los más entendidos es bajo, y les resulta incomprensible el dinero pagado por el mencionado "fantasma". A mí siempre me ha resultado otorgar valor monetario a las obras artísticas. Supongo que no hay que hablar de su "valor" sino de lo que alguien está dispuesto a pagar por ellas. Que es algo muy distinto. A mí, la obra de Lik cada vez me parece más la de vender pósters bonitos a precio de oro. De hecho, he descubierto un artículo de ArtNet News publicado en diciembre que ya ponía en duda la veracidad de la venta de la fotografía de Lik por esos 6,5 millones de dólares. Una cosa os diré, cualquiera de los fotógrafos vivos o muertos mencionados con anterioridad en este artículo me interesan muchísimo más que Lik.