De "party" con la Ilford FP4 Plus
En estas semanas atrás se ha celebrado a través de las redes sociales la tercera y última de las @FP4Party de este año. En la que he participado activamente, como hice en enero y en febrero. En febrero, por mi parte con cierto éxito. Una de mis fotos fue seleccionada como una de las fotos del día en la que la publiqué, pasando a la ronda final, en la que se votaron las que según los participantes se consideraban las mejores fotos. Cada uno eligió emitimos un voto a una de las fotografías. El caso es que la mía quedó en tercera posición. Hubo más de 200 entradas para la fiesta, es decir más de 200 fotografías, de las que se seleccionaron para la ronda final ventiuna, tres por cada día de la semana, y de ellas, tras la votación, la que ahora os muestro quedó tercera. Realizada con la Minox GT-E, con la película expuesta a un índice de exposición de 200 en lugar de su sensibilidad nominal, ISO 125, y revelada en Kodak HC-110, dilución C (1+19), durante 7 minutos a 21 ºC. Pues bien...
En marzo he participado, como en las ediciones de enero y febrero, con dos cámaras distintas. Una de formato pequeño, para película de 35 mm, con la que expuse un carrete, y otra de formato medio, con la que expuse dos rollos de formato 120. Los tres rollos de película fueron expuestos a un índice de exposición 250, un paso por encima de la sensibilidad nominal de la película. El revelado se ajustó consecuentemente, nuevamente con Kodak HC-110, dilución C (1+19), 7 minutos 30 segundos a 21 ºC. Es la receta que proponen en Emulsive, uno de los impulsores de la inciativa de la FP4Party. Lo cierto es que las recetas propuestas por esta gente funcionan bastante bien.
El carrete de 35 mm lo expuse con la Zenit 3M, versión 50 aniversario de la Revolución de Octubre, con el objetivo Mir-1 37/2,8 Grand Prix Brussels. Lo cierto es que no estuvo exenta la experiencia de problemas. Recibí un golpe de un "paseante" a toda velocidad, que me "hundió" el parasol de metal, y me descentró el objetivo. Esto me produjo cierta pérdida de nitidez en alguna zona de los negativos, muy discreta pero que yo sé apreciar, y un viñeteado mecánico del parasol. Para colmo, cuando ya estaba llegando al final del carrete, la cámara rompió la película, que tuve que sacar a oscuras de la misma, para cargarla en el tambor de revelado, varios días antes de estar en condiciones de revelarla. Como la cámara no tiene fotómetro incorporado, me apoyé en el Sekonic L-408 Multimaster, que es una garantía de medición correcta de la luz, tanto con la medición de luz incidente como reflejada. Fue una gran adquisición la que hice con este aparato.
En cualquier caso, pude aprovechar bastantes de los negativos. Como podéis ver en los ejemplos que os he mostrado, he generado unos dípticos de pares de fotografías, con alguna relación entre ellas, concebidos como unidades indivisibles. La tarde en la que hice la mayor parte de las fotografías hubo una luz muy agradable, no muy intensa, que favoreció una cómoda toma de imágenes e inspiró mi visión de lugares de apariencia banal y mil veces recorridos, el entorno del Tercer Cinturón de Zaragoza y la carretera de Castellón.
Veamos que pasó con la otra cámara.
Aquí fui sobre seguro. Utilicé la telemétrica de medio formato Fujifilm GS645S Wide 60 Professional, con su buen objetivo incorporado Fujinon 60 mm f/4, y un filtro rojo que me vino bien para mejorar el contraste en unos cielos un tanto deslavazados por una tenues cirros en altura, que venían bien para matizar la luz, pero que amenazaban con un cielo muy soso. Hice un paseo por la ribera del Ebro en horas centrales del día, y otro por la huerta de las Fuentes y el soto de Cantalobos en horas vespertinas. Como digo, los resultados que puedo esperar de esta cámara los tengo muy claros, me he familiarizado mucho con ella, y el un valor seguro. Ganas tengo de que broten las hojas en los árboles esta primavera, cosa que ya está sucediendo, para empezar a hacer con ella fotografía en el infrarrojo. De momento, os dejo con las fotos que hice en esta última FP4Party.