La fotografía como afición y otras artes visuales

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Zenit 3M - Nunca hay que dar nada por sabido...

Hace un tiempo me hice, siempre por precios tirados, mucho más baratos de lo que se puede encontrar hoy, dos o tres años más tarde, con algunas cámaras réflex y algunos objetivos de la antigua República Democrática Alemana (RDA) y Unión Soviética (URSS), con montura siempre de 42 mm. Las cámaras me daban un poco igual, pero algunos objetivos tenían su interés. Y no hay que olvidarse, que durante décadas, y probablemente ahora también, casi no hay objetivos con un diseño racional tipo Tessar o tipo Planar, Biotar les llamaban a estos en la RDA, con el que no se pueda obtener una imagen decente a aperturas entre f/5,6 y f/11. Las grandes aperturas son otro cantar.

Como digo, tenía más interés en los objetivos que en las cámaras. En una feria de coleccionismo en Zaragoza, me hice por 20 euros con una Zenit E, conmemorativa de los Juegos Olímpicos de 1980, con un Industar-50-2 50/3,5 muy simpático y minúsculo. Este objetivo tiene una fórmula óptica similar a los Tessar, 4 lentes en 3 grupos, y como todos los de este tipo son poco luminosos, blanditos en las esquinas y en los laterales, y nítidos en el centro. Conforme diafragmas, son utilizables en todo el campo. Pero la Zenit E tenía un nivel de construcción pésima y no duró más que un carrete. El objetivo lo he usado después con alguna Practika, o con algunas Pentax o Canon con adaptadores.

También conseguí por un precio muy razonable, antes que determinadas operaciones comerciales los elevara irracionalmente de precio, un Meyer-Optik Görlitz Trioplan 50/2,9, un triplete acromático muy sencillito y pequeño, que también conviene usar diafragmado, porque con aperturas grandes la periferia del campo pierde mucho.

Revolviendo hace unos días por eBay, encontré una oferta interesante para una Zenit 3M. Una cámara cuya funcionalidad es básicamente como la Zenit E, muy elemental, sin ningún tipo de fotómetro integrado, pero realizada íntegramente en metal, con un estado de conservación buenísima, con inscripción conmemorativa del 50º aniversario de la Revolución de Octubre de 2017, que como NO todo el mundo sabe fue en noviembre de ese año, sin objetivo, por 19,90 euros más 5,75 euros de gastos de envío. La cámara está realmente impecable, el nivel de calidad de los aparatos soviéticos mejora cuanto más antiguos son, y pensé que combinada con el Trioplan sería un chisme simpático para pasear de vez en cuando y dar que hablar a la gente.

Claro,... la compré así de alegremente porque di por hecho que la montura de la cámara era la de rosca de 42 mm, la M42 tradicional de toda la vida, y que iba a convenir para todos mis cristales de más allá del Telón de acero, así como para algún Asahi Pentax que tengo por la estantería. Pues no... metí la pata. Las primeras Zenit soviéticas no tenían montura M42 sino M39, con paso de rosca de 39 mm similar a las Leica de rosca. Y con una distancia de brida, distancia entre el plano de la montura y el de la película, de 45,2 mm. Las cámaras con montura M42 tenían una distancia de brida de 45,5 mm. Por lo tanto, los objetivos M39 se podían poner en la M42 con una arandela adaptadora, manteniendo el enfoque a infinito, pero al contrario, imposible enfocar a ninguna distancia.

Podréis observar que en la cámara hay montado un Canon 50/1,8 de montura L39, la de las Leica de rosca. Esta montura es físicamente igual, pero la distancia de brida de las Leica y Canon telemétricas es de 28,8 mm. Por lo tanto, al montarlo sobre la Zenit 3M no permite el enfoque a infinito, aunque así a cortas distancias. Es como si al Canon 50/1,8 le hubieses puesto un tubo de extensión de 16,4 mm. Eso quiere decir que enfocado a infinito, el objetivo enfoca como máximo a 27 cm de distancia, con una magnificación de 1:3. Al enfoque mínimo de 90 cm, el objetivo enfoca a 25 cm, con una magnificación de 1:2,5. Es decir, que solo es utilizable para fotografía de aproximación, casi en el terreno del macro.

Como podréis advertir, la cámara no es muy grande, aunque se siente sólida y un consistente en las manos. Tiene el curioso anagrama de celebración del aniversario de la revolución, muy estilizado, en el que podemos ver, además de las cifras 1917-1967, la torre del Kremlin con su estrella roja, un acorazado Potemkin con sus tres chimeneas, y un cohete lanzado al espacio. El modelo Zenit 3M (Зенит 3м) se comenzó a fabricar en 1962... aunque con unas soluciones tecnológicamente periclitadas. De acuerdo a las dos primeras cifras del número de serie de este ejemplar, se fabricó, como era de suponer en 1967. Otra curiosidad para los amantes de la cosa comunista... cuando abatieron a Ernesto "Che" Guevara, entre sus pertenencias se encontró una Zenit 3M.

Por lo demás, los ajustes de rigor. El diafragma en el objetivo. No se cierra automáticamente al disparar. Así que conforme los cerremos a la apertura de trabajo, el visor se oscurece. Ya se sabe, primero enfocar, luego cerrar el diafragma. La velocidad de obturación en una rueda de selección en la parte superior. Velocidades de 1/30 a 1/500 más posición B. Velocidad de sincronización del flash a 1/30. No lleva zócalo para el mismo. La rueda de velocidades gira libremente entre ellas levantándola ligeramente. Pero se recomienda no hacer el recorrido directo entre 1/500 y la posición B. Siempre he pensado que la Zenit E se me arruinó por hacer eso. Tiene un escala de sensibilidades de la película en unidades GHOST, similares a las ASA, luego ISO, aunque con valores peculiares. Por ejemplo, 65 y 130 GHOST en lugar de 64 y 125 ASA. Pero da igual porque sólo está para recordar la película que llevas; no hay fotómetro.

Un engorro... al disparar la foto, el espejo se queda levantado, y no vuelve a su posición hasta que avanzas la película y rearmas el obturador. Con lo cual, no se ve nada. Como en las Hasselblad.

A pesar de las circunstancias, decidí probarla. Usé un Ilford XP2 Super 400 de 24 exposiciones que tenía en la nevera. Me dan rabia estos carretes, porque cuando los llevas a revelar y escanear según el proceso C41 te cobran lo mismo que si fuesen de 36 exposiciones. Así que, como llegó a mí por un errar, lo tenía ahí guardado. Decidí usarlo, pero revelarlo convencionalmente con HC-110 en dilución B (1+31) durante 5,5 minutos a 20 ºC.

Al rebobinarlo se rompió cerca del principio de la película. Probablemente, fue mi culpa por soltar el botón de desembragado del mecanismo de avance, que no permanece fijo y hay que mantener permanentemente pulsado mientras se rebobina.

Por supuesto, tuve que buscar motivo en el ámbito de la fotografía de aproximación, a poco más de 25 cm de distancia del plano de la película.

La experiencia es anecdótica. Pero me apetecía probarla. Con un objetivo adecuado cumplirá su misión. Salir a pasear, preferente en grupo, y dando que hablar al resto del personal, especialmente si son fototrastornados como yo.

Como no me apetece volver a tener los mismo objetivos entre los 50 y los 58 mm que ya tengo en montura M42, he buscado por un precio razonable en eBay un objetivo MIR-1 37/2,8. Sí... 37 mm de longitud focal. Ni 35 ni 40 mm. Cosas de los soviéticos. Que a veces vendían los 50 y los 55 mm como 53 mm, con lo que nunca sabías exactamente que objetivo es cual. En cualquier caso, una buena focal para pasear. Ya os contaré cuando la tenga.