La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 29 de enero al 5 de febrero de 2017

Son ya cerca de las siete y media de la tarde del domingo cuando empiezo a redactar mis recomendaciones fotográficas de este domingo. Es decir, se me ha hecho muy tarde. Así que voy a presentarlas de forma un poco telegráficas. Para colmo, esta semana tenía bastantes. Algunas las dejaré para la semana que viene, y otras las descartaré. De momento, os dejo con el tablero en Pinterest sobre paisajes urbanos e industriales, porque no sólo de naturaleza se alimenta el paisaje.

Iré pues rápido, aunque no dejaré de intercalar algunos paisajes en blanco y negro tomados con una cámara de 1955, de la que os hablaré dentro de poco. Está tomadas el lunes pasado en el valle de Tena, en los Pirineos Centrales aragoneses, y en la comarca del Serrablo, también en el Alto Aragón.

Y sin más preámbulos, de Bored Panda traigo un artículo dedicado a Jamie Livingston, un nativo de Nueva York que durante 18 años tomó al menos una polaroid al día, documentando su vida, hasta que falleció de cáncer, en 1979 y 1998. Algunas fotos son realmente buenas, y las de sus últimos meses, emotivas y estremecedoras.

Los que me seguís habitualmente sabéis que en los últimos tiempos me he interesado por las "polaroids"... en realidad por la fotografía instantánea en general. En Photolari también son conscientes que es un tipo de fotografía menos anecdótica de lo que parece y hacen un repaso a diez prestigiosos fotógrafos y artistas contemporáneos que se la tomaron en serio. Y son verdaderos pesos pesados.

Los Hare Krishna son un movimiento religioso procedente de la India que ha adquirido cierta popularidad por la imagen de sus adeptos realizando proselitismo en las principales ciudades occidentales, con sus ropajes anaranjados, sus instrumentos musicales y su eterno mantra. En FotoRoom nos hablan del trabajo de Misha Petrov que refleja cómo este movimiento, de capa caída en occidente tras cierto crecimiento, está arraigando en la desencantada sociedad rusa. Algunos retratos son muy bellos. Pero no olvidemos que en algunos países se consideran sus actividades sectarias y peligrosas para la autonomía del individuo.

En Oscarenfotos.com nos proponen con frecuencia galerías y biografías de fotógrafos muy diversos pero siempre muy interesantes. En esta ocasión, que sea uno fotógrafo documental americano como Joel Sternfeld, que usa predominantemente el color, lo hace especialmente interesante. Y encima con cámaras de gran formato.

Han publicado esta en semana en Lensculture una artículo dedicado a la fotografía de Annelie Vandendael, que nos muestra hasta que punto se pueden hacer fotografías modernas, osadas e interesantes con una cámara tan tradicional como una Hasselblad para película tradicional.

Desde que visité una exposición de Pieter Hugo en el Museo de l'Elysée en Lausana, me ha interesado mucho este fotógrafo sudafricano. En L'Oeil de la Photographie nos han hablado de uno de sus trabajos dedicados a la infancia. Con retratos como es habitual en él para aprender mucho.

En el Tumblr de How to see without a camera están apareciendo últimamente muchas entradas dedicadas a fotografías de Susan Meiselas, y me parece una buenas excusa para recordar a esta excelente fotógrafa documentalista.

Una técnica de fotografía alternativa y tradicional que me gustaría aprender es la cianotipiaEn Lomography Magazine han dedicado un artículo a los bellos cianotipos Pipo Nguyen-duy. Para que os hagáis una idea de lo que estoy hablando.

Y ya advierto que ha aparecido el número 95 de Fraction Magazine, pero dejo para la semana que viene el repaso a sus porfolios más interesantes.

Recomendaciones semanales: del 26 de julio al 2 de agosto de 2015

Esta semana también viene interesante en lo que se refiere a las recomendaciones fotográficas, con algunos enlaces muy interesantes recopilados en los últimos siete días. No parece que el verano esté afectando negativamente a las noticias sobre fotógrafos y fotografías. O a lo mejor es que el verano favorece la celebración de festivales y exposiciones y hay más movimiento. No sé. Las fotografías acompañantes están tomadas cerca de Pozuelo de Aragón e intentan reflexionar sobre el deterioro paisajístico en el mundo actual. Unas instalaciones ganaderas, cuyo uso ya no se ajusta a las necesidades del mundo actual, pero que aportan valor estético al paisaje de la comarca, pero que poco a poco se van deteriorando, degradándose por lo tanto la estética del paisaje. Cuestiones que se valoran poco en este país. Podría poner más ejemplos...

Paisaje ganadero cerca de Pozuelo de Aragón en 2007.
El mismo lugar en 2015.

Las fotografías, a lo largo del siglo XX, se han convertido con frecuencia en iconos de determinados momentos históricos, valores o movimientos. Pero a veces son como las armas de fuego, que las carga el diablo, y acaban volviéndose contra quien las pretenden utilizar. En The New Yorker nos hablan de una fotografía que se convirtió en un icono de las libertades haitianas. Estando la isla ocupada por ese "garante de las libertades" del mundo actual que son los Estados Unidos de América a principios del siglo XX, hubo movimientos de rebelión contra esta ocupación, que fueron duramente reprimidos por los norteamericanos. En 1919, asesinaron a uno de los cabecillas rebeldes, Charlemagne Péralte, y un fotógrafo de la infantería de marina yanqui tomó una imagen del cadáver que se difundió con el fin de que sirviese de lección a otros rebeldes. Pues bien, se convirtió en un icono de la libertad haitiana. Los militares yanquis crearon un mártir que espoleó a la lucha a otros haitianos. Y no aprenden, y siguen sorprendiéndose de la resistencia que muestran otros pueblos, y cómo sus acciones militares y las imágenes que de ellas se desprenden no sirven más que para espolear nuevos combatientes. Desgraciadamente, en muchos casos fanáticos religiosos que tampoco le hacen ningún bien al mundo.

Philip-Lorca diCorcia es uno de los fotógrafos contemporáneos más prestigiosos del momento. Cuando visité Nueva York hace dos años, pude ver cómo el MoMA y el Met le dedicaban espacio a sus obras. En American Suburb X (ASX) le han dedicado esta semana un artículo a su trabajo en la calle en los años 1993-1997. Bueno... veis... se puede hacer fotografía documental en la calle en color y sin avasallar a los viandantes. Y combinando estética y significados.

También en American Suburb X (ASX) hemos leído un artículo sobre otro artista consagrado. Especialmente como cineasta, aunque también aparece en estas páginas como fotógrafo de vez en cuando. Se trata de Wim Wenders. En esta ocasión para mostrarnos las fotografías que en los años 80 tomó durante el tiempo que pasó buscando localizaciones para una de sus películas más notables, Paris, Texas.

Creo que en alguna ocasión he hablado por aquí de The Polaroid Kidd, sobrenombre que durante un tiempo recibió el fotógrafo que ya no se dedica a ello Mike Brodie, que se subía a los trenes de mercancías que atraviesan los Estados Unidos con su cámara y recogía sus vivencias y las de quienes se encontraba o le acompañaban. Pues en Lenscratch nos hablan de otro ejemplo similar. En esta ocasión con cierto misterio, puesto que Swampy, apodo del fotógrafo, permanece en el anonimato, aunque no deja de tener una galería que lo representa. También este fotógrafo recorre Norteamérica en la montaña rusa de los trenes que la atraviesan de norte a sur y de este a oeste, con incursiones en Méjico.

Existen estereotipos sobre cómo debemos ser. Y esto afecta más a las mujeres, que constantemente reciben un bombardeo sobre cómo debe ser su imagen, cuánto deben pesar, qué deben vestir, cómo deben actuar. Para contrarrestar este acúmulo de imágenes estandarizadas, la fotógrafa brasileña Luisa Dorr, en su trabajo Topography of Women que nos presentan en LensCulture, recoge retratos de mujeres que ha encontrado a lo largo de sus viajes por todo el mundo, mostrando la diversidad en formas, sentimientos e ideas que reina entre ellas. Sin renegar de conservar una cuidada estética y presentación en sus apacibles fotografías en color. No es la primera vez que Dorr aparece por estas páginas, siempre con interesantes reflexiones.

Hallazgos o recordatorios aparecidos en mi panel de Tumblr.

En MPD, un retrato de Henry Moore me ha recordado a un fotógrafo que merece la calificación de clásico y que nunca hay que olvidar, Arnold Newman.
Representar un espectáculo de striptease, también en MPD, con un telón y una única mano desnuda, me ha llevado a interesarme por la fotógrafa Sirkka-Liisa Konttinen del colectivo Amber.
Un reflejo en un retrovisor, un retrato difuminado, y me entran ganas de repasar la forma de entender la fotografía de moda por parte de Koto Bolofo.
Ya comentaba hace unos días que hasta la Lomographic Society nos proporciona de vez en cuando recomendaciones interesantes. Y lo que me ha interesado del joven fotógrafo Wilson Lee han sido menos sus retratos con los últimos juguetes de la empresa vienesa, y más su fotografía de arquitectura y paisajes urbanos, que muestran mucha más profundidad e interés social.

Hablemos un poco de las polaroids. Ya sabemos que basta que desaparecieran porque nadie las usaba para que de repente se hayan vuelto imprescindibles y todo el mundo las eche de menos. Y no dejan de recordárnoslo de diversas formas. En American Suburb X (ASX), por ejemplo, nos recuerdan la afición del japonés Nobuyoshi Araki por este medio. Como de costumbre con este autor, abstenerse timoratos y gentes sensibles a la desnudez o a la sexualidad.

en Mental Floss, via el boletín semanal de The Inspired Eye, nos cuentan la historia de una persona, un hombre, que durante más de 18 años, entre el 31 de marzo de 1979 y el 25 de octubre de 1997 tomó una polaroid cada día con una SX-70. El fotógrafo inicialmente misterioso fue Jamie Livingston, que murió prematuramente de cáncer a los 41 años. Dos amigos suyos, deseando homenajear la vida de Livingston crearon una página web con estas polaroids, que convierten este sitio en un lugar de notable interés documental.

El Moncayo al fondo de este contraluz.

El tema de los selfis da para mucho. Que si son peligrosos porque exponen a la gente a accidentes, especialmente si se ayudan del maldito paloselfi, que si son escandalosos, que si son superficiales, que si son algo distinto a la fotografía propiamente dicha, que si... No sé... En esta semana, en All Tech Considered, blog tecnológico de la NPR (radio pública estadounidense) le han dedicado dos entradas al fenómeno.

En el primero, reflexionan que yendo más allá de la imagen narcisística que pueden transmitir, puede haber algo más. Y hablan del "arte del selfi" desde dos puntos de vista. Por un lado, las numerosas aplicaciones móviles que permite mejorar la calidad estética y técnica de los selfis, ayudándonos a presentarnos de una forma menos cutre ante el mundo. Y también nos hablan de la artista digital Molly Soda que utiliza la estética del selfi para reflexionar sobre algunos valores contemporáneos, viendo el selfi como una reafirmación positiva de la persona que lo realiza.
En el segundo, consecuencia en parte del anterior, se reflexiona sobre lo que los selfis muestran sobre cada uno de nosotros, sobre la vanidad tras ellos, pero también su potencial valor artístico o de reafirmación personal, insistiendo en alguna de las opiniones del artículo anterior.

Están de moda los hallazgos casuales, fotografías estupendas de fotógrafos anónimos, independientemente de que se lleguen a conocer a posteriori o no, que son descubiertas y puestas a disposición del público. Ya he hablado antes de las polaroids de Jamie Livingston. En PetaPixel nos cuentan cómo la fotógrafa Meagan Abell encontro unas diapositivas de medio formato guardadas en fundas de plástico que mostraban una serie de paisajes con figuras femeninas, probablemente de los años 40 o 50, probablemente de alguna playa californiana, y que efectivamente están muy conseguidas estéticamente, aparte del valor del color de las emulsiones antiguas. Abell se ha lanzado a través de su página en Facebook a una campaña para saber dónde fueron tomadas las fotografías (eso parece que ya se sabe, en Dockweiler Beach, en el condado de Los Ángeles), quién fue el fotógrafo y quiénes fueron las elegantes modelos, dos mujeres que no dudaron en remojarse en las aguas del Pacífico durante la puesta de sol.